Armar a los niños en Chilapa, Guerrero, es un acto de
desesperación ante la violencia que se vive en esa zona, consideraron
integrantes de la Policía Comunitaria de la Coordinadora Regional de
Autoridades Comunitarias (CRAC-PC) quienes respaldaron tal decisión y negaron
que se trate de reclutamiento forzoso.

Ante las críticas que organizaciones protectoras de derechos
humanos han hecho sobre este acto y la posible violación al interés superior de
los niños, Gonzalo Molina González, fundador y vocero de la CRAC-PC, aseguró
que este derecho de la infancia se tiene que respetar.

Sin embargo, mencionó que no puede decir si en este caso, en
el que autoridades de Chilapa marcharon y presentaron a 19 menores de entre 6 y
15 años de edad armados (la mayoría huérfanos), se están respetando estos
derechos porque cada casa de la CRAC-PC es autónoma e independiente.

Asimismo, calificó esta acción como un llamamiento al
Estado, pues es su responsabilidad al no dar seguridad a los pueblos y al
permitir que se generen los grupos delincuenciales que amedrentan y despojan a
la población de sus espacios.

“La CRAC está haciendo uso de sus derechos, si no hay
más tiene que echar mano de lo que tiene (…). Vale más la vida. De que te
mueras sometido de rodillas, mejor hay que morirse de pie (…). Igual estos
niños, al ver a su padre muerto, merecen también algo. Si el estado no se los
da es una muestra de, al menos, decir: aquí estoy”, argumentó.

El líder de la Policía Comunitaria descartó que en otros
lugares de Guerrero se esté armando y capacitando a los niños para pelear; dijo
desconocer si se ha contemplado en otras casas, pero en el caso a la que él
pertenece, esta medida no es una opción.

“Consideramos que nuestros compañeros y compañeras de
edad mayores de 18 años que puedan tomar sus propias determinaciones, es a
ellos a quienes se tiene que tomar en cuenta. Los niños tienen que crecer con
su infancia. Desgraciadamente, ante esta situación, a veces no queda otra
alternativa. Los ancianos también tiene que vivir su tercera edad; sin embargo,
algunos están ahí de policías comunitarios enfrentando la delincuencia”,
declaró.

Por su parte, Profirió Martínez, consejero de la CRAC-PC,
recordó que la decisión se tomó luego de que hace unos días un grupo de músicos
de las localidades de esa zona fueron asesinados y calcinados, y los niños que
aparecen en las fotografías que circularon en los medios de comunicación son
huérfanos.

“Mucho se ha denunciado la participación de niños en
las guerras a nivel mundial, se critica la incorporación forzosa tanto de la
guerrilla como en el ejército. Nosotros no creemos que ese haya sido el caso en
Chilapa, sino que es un acto de desesperación para poder defenderse porque ya
no tienen otra salida. El estado está ausente en esa parte si no es que en todo
el estado nacional”, expresó.

Agregó que la zona de Chilapa fue donde más se dejó crecer
la violencia, por eso la población llega a esos extremos de “defenderse
hasta con las uñas”.