Un grupo multidisciplinario de 50 científicos de la
Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) analiza el fenómeno conocido
como enjambre sísmico, que se detectó a inicios de año en el estado de
Michoacán.

La causa más sonada es que se trata de un evento magmático,
aunque hasta el momento “no hay garantía de que se trate del nacimiento de un
volcán”, explicó el director del Instituto de Geofísica, Hugo Delgado Granados.

El experto detalló en un boletín de la UNAM que el grupo
multidisciplinario mide una serie de factores para discernir qué tipo de
fenómeno es, por lo que exhortó a evitar especulaciones y noticias falsas.

De confirmarse un evento magmático como la causa del
enjambre sísmico en Michoacán, los científicos evaluarán la posibilidad de que
el magma salga a la superficie.

El equipo se conforma de expertos de los institutos de
Geofísica e Ingeniería; de la Facultad de Ingeniería y del Centro de
Geociencias de la UNAM, además de las universidades de Colima y Michoacana de
San Nicolás de Hidalgo.

Los enjambres sísmicos se asocian a rupturas múltiples:
varias rocas de la corteza se rompen a distintas profundidades debido a los
cambios en los esfuerzos. “Si se aprieta, cuando se rompe libera energía
acumulada; esa energía es sísmica, de movimientos o vibraciones del terreno”,
explicó Delgados Granados.

Lo que ocurre en Michoacán es el rompimiento en distintos
niveles, entre 40 y cinco kilómetros de profundidad; la mayor parte a unos 15
kilómetros.

En caso de resultar un evento tectónico, significará que los
movimientos son dentro de una placa, lo que resultaría en el quinto evento de
este tipo, después de los registrados en 1997, 1999, 2006 y 2020.