La diputada Hortensia Noroña Quezada (PRI) propuso modificaciones a Ley General de Sociedades Cooperativas para que las cajas de ahorro, registradas por la autoridad competente, tengan acceso al financiamiento que la Banca de Desarrollo ofrece, en aras de fortalecer su crecimiento, consolidar su objeto o fin social, y así dar un paso enorme y decisivo al desarrollo de muchas regiones y localidades de nuestro país.
La diputada por el estado de Jalisco sugirió que el Estado Mexicano apoye y consolide el objeto e interés social de las sociedades cooperativas para que puedan recibir de personas físicas y morales, públicas o privadas, nacionales o internacionales, donaciones, subsidios, herencias, legados y préstamos solicitados ante la Banca de Desarrollo, para aumentar su patrimonio.
“Permitir y garantizar el acceso de las cajas de ahorro populares al financiamiento que provee la banca de desarrollo en nuestro país será, sin duda alguna, un impulso preponderante al desarrollo de las economías locales, regionales y sobre todo de las familias mexicanas rurales y del campo”, aseguró en un comunicado.
Noroña Quezada dijo que “si bien las instituciones financieras son imprescindibles, ya que han sido factor fundamental del forjamiento y posterior desarrollo de nuestras finanzas públicas, empresas e incluso, de las finanzas familiares, no podemos dejar a un lado a las cajas de ahorro popular, que han demostrado ser una alternativa para el ahorro y el crédito, convirtiéndose en los espacios financieros del ámbito rural, donde la banca comercial no llega”.
Indicó que en diversas regiones, en las que no se ha logrado establecer una sucursal bancaria, adquieren relevancia las Sociedades Cooperativas de Ahorro y Préstamo (Socaps) y las Sociedades Financieras Populares (Sofipos), dos alternativas que, de acuerdo con información oficial, en nuestro país existen 157 Socaps y 45 Sofipos, operando de manera supervisada y autorizada.
La diputada del PRI explicó que se trata de dotar a las cajas de ahorro de regulaciones y certificaciones, para ofrecer a ellas y sus clientes o socios, la certidumbre jurídica que requieren para seguir adelante con su labor tanto económica como social, ya que, si bien no son bancos, sustituyen y cubren las funciones de ahorro y crédito de una forma sumamente eficiente, “pero con una importante particularidad que los bancos jamás van a tener: atienden a los que menos tienen”.

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