Autoridades de la Fiscalía de la Ciudad de México creen que los menores Alan y Héctor fueron asesinados y descuartizados en dos vecindades que son controladas por la delincuencia organizada, una de ellas ubicada a tan solo unos pasos de donde vivían con sus padres.
Investigan si los dos formaban parte del grupo de hombres cercanos a un jefe de la delincuencia organizada, pese a que la madre de los niños negó que sus hijos tuvieran algún tipo de vínculo con el crimen organizado.
En tanto que confirmaron que el hombre que llevaba sus restos en un diablito fue identificado como Édgar “El Zúñiga”, de 39 años, y aunque al principio trató de engañar a los policías diciéndoles que solo era un indigente a quien le habían pagado dos gramos de cocaína por tirar la supuesta basura, asegurando desconocer lo que transportaba.
Confirmaron que es un ex presidiario que opera para, presuntos cabecillas de la delincuencia organizada.
Asimismo, investigan tres posibles línea de su asesinato que es la posibilidad de que la madre de Héctor trabaja en el área de derechos humanos de la alcaldía Cuauhtémoc, o que quedaron atrapados en medio de una confrontación entre los dos principales cárteles delictivos de la capital; o a una disputa amorosa, luego de que Héctor habría estado cortejando a una adolescente de 14 años, cuya pareja se dedicaba a vender drogas.
Alan y Héctor desaparecieron la noche del 28 de octubre, luego de que fueron a dar gracias a San Judas Tadeo a San Hipólito