El actor que murió ayer domingo, a los 85 años de edad, no pudo despedirse de su familia, de acuerdo con su hija Rachel, de 50 años, en entrevista con The Sun.

Detalló que cuando fueron a recoger sus cosas al hospital, la enfermera les dijo que David era un tipo genial.

Rachel también confirmó que su padre había estado sufriendo la enfermedad de Alzheimer y pasó dos semanas en un hospital de Londres con COVID-19.

Recordó que por su gran estatura y porte su padre parecía bastante aterrador, pero como persona era un hombre dulce, amable y generoso: “Realmente era un gigante gentil. Y para nosotros era nuestro padre”.