PRESIDENTE ANDRÉS MANUEL LÓPEZ OBRADOR: Ya está dicho todo, ya nada más es de decirles, ya podría yo dar por concluido este acto, decir: amor con amor se paga, he dicho. Pero voy a agregar que este es un día histórico muy importante para ustedes y para el gobierno que represento.

Y también nos da muchísimo gusto el venir aquí, a Temacapulín, con Claudia Sheinbaum, la futura presidenta de México.

Y agradecerles por todo su apoyo, porque no actuaron de manera intransigente, es decir, no hubo cerrazón de parte de ustedes. Estaban defendiendo una causa muy justa, mucho muy justa, porque pues era la desaparición de estos tres pueblos con toda su historia, sus templos, sus muertos, toda la tradición cultural de estos pueblos, y a pesar de eso, de ser tan justa su causa, en muy pocas ocasiones se habló de echar abajo la presa, lo que ya se había construido.

Y se entendió que había que buscar una opción, una alternativa que nos dejara satisfechos a todos, porque era actuar con mucha irresponsabilidad echar abajo, dejar en ruinas lo que se había construido, ya se habían invertido miles de millones de pesos, y el dinero del presupuesto es dinero del pueblo.

Nos tenían desinformados, decían que el presupuesto era dinero del gobierno, y no, el presupuesto es dinero del pueblo, nosotros somos simplemente administradores de los dineros del pueblo, los gobernantes y hay que cuidar el presupuesto público.

Y hubiese significado también un fracaso el dejar esa obra tirada.

Al mismo tiempo, actuaron ustedes con mucha bondad, con mucha fraternidad, porque se necesitaba el agua para Guadalajara, y dijeron: ‘Vamos a apoyar’.

Y se logró todo, se logró que no se inundaran los pueblos, primero.

Segundo, que se terminara la presa con una solución técnica muy buena: esas seis ventanas, que son las que impiden la inundación de los pueblos, que es algo que se hizo de manera conjunta con los ingenieros y técnicos de las comunidades, de los pueblos, y también con los ingenieros de Conagua, Germán Martínez le puso cabeza y corazón para buscar esta solución, y así se resolvió este problema.

Ahora, pues ya Guadalajara va a contar con tres mil litros de agua por segundo. Imagínense lo que están aportando con todo este sistema. O sea, un aplauso para ustedes, para los pueblos. Eso ya lo saben en la zona metropolitana de Guadalajara.

Y aquí, y van a ustedes a disculparme, ya ofrezco disculpas por adelantado, pero tengo que hacerle también un reconocimiento al gobernador de Jalisco. Es que vamos a suponer, pónganse a pensar que nosotros, el presidente, el gobierno federal, hubiese decidido buscar una solución como la que logramos entre todas y entre todos, pero si se hubiese opuesto el gobernador de Jalisco no hubiésemos logrado este propósito.

¿Qué decía el presidente Juárez?

‘Nada por la fuerza, todo por la razón y el derecho’. A la fuerza, ni los zapatos entran. ¿No es así? Hablando se entiende la gente, y esa es la esencia de la democracia, tenemos que actuar respetando a los adversarios, no vernos nunca como enemigos a destruir, sino como adversarios a vencer, eso sí, pero siempre con argumentos y siempre buscando el bienestar general. Por encima del interés personal o de grupo, también de partido, por legítimo que sea, está el interés de todo el pueblo, de toda la nación.

Por eso, me da mucho gusto estar aquí con ustedes este día. Ya me faltan pues unos cuantos días precisamente, como unos 45. No, menos, como 40; no, menos, como 50. Pero me voy, y eso lo quiero compartir con ustedes, me voy muy contento, por varias razones:

Primero, porque cumplimos nuestro propósito de hacer el bien sin mirar a quien. Ayudamos a mucha gente. ¿Saben que, por primera vez en décadas, en muchos años, se redujo la pobreza y la desigualdad en nuestro país? Y así les podría poner otros ejemplos.

Les voy a poner uno más: desde 1970, desde Echeverría y los que siguieron, año con año, sexenio tras sexenio, había devaluación de nuestra moneda; este sexenio no se ha devaluado el peso, es la moneda más fuerte en el mundo con relación al dólar nuestro peso. Y muchas otras cosas.

Imagínense lo que es que todos adultos mayores, ancianos respetables tengan su derecho a una pensión, y que ya pronto se eleve a rango constitucional, que sea un derecho para que, esté quien esté, no puedan cambiar esa política. Y así muchos, muchos otros programas de apoyo a la gente.

No haría falta en este caso que quedara establecido en la Constitución, porque —y también eso me tiene muy contento— quien va a sustituirme, a quien voy a entregar la banda presidencial, es una mujer excepcional, extraordinaria. Miren, muy inteligente, muy inteligente.

Porque los que están más veteranos, como el que habla, en algunos casos no fuimos al kínder, al preescolar, no había, sino entramos directo a la primaria, ¿sí?, así fue para los más grandes. No sé sí si aquí había kínder. No, no, era a la primaria, a los seis años a la primaria, y luego la secundaria, y luego el nivel medio superior que se conoce como la preparatoria, y luego la licenciatura.

Entonces, se piensa, ¿no?: ‘El licenciado es el abogado’. No, también el ingeniero es licenciado, el maestro es licenciado, el contador es licenciado, el médico general su nivel es licenciatura; y luego se tiene que estudiar tres años más para tener el nivel de maestría y luego tres años más para tener doctorado. Bueno, la presidenta electa es doctora en Ingeniería, académicamente hasta arriba. Eso, por un lado, es muy importante.

Lo segundo, que es honesta, que es incorruptible.

Y lo tercero, que es lo que más importa, que es una mujer de buenos sentimientos, de buen corazón, eso. Entonces, por eso me voy contento.

Además —y esto es para celebrarlo todos, todos, todos—, si vemos, revisamos la historia, miren, no sólo son 200 años de gobiernos de hombres, es más tiempo, por lo menos son 500 años, porque cuando llegaron los europeos, los reyes enviaban a lo que se conocía como la Nueva España a virreyes; y 300 años de dominación colonial, puro virrey, puro hombre, 300 años. Bueno, no les importábamos mucho porque, en 300 años, ni siquiera se dignó a venir a visitarnos un rey de España, nunca; mandaban a los virreyes.

Luego, dos curas buenos, rebeldes, que son los padres de nuestra patria, Hidalgo y Morelos, lograron la independencia de nuestro país. Y ahí comienza la Primera República Federal, el primer gobierno independiente de México, el primer presidente, Guadalupe Victoria, el primer presidente, 1824, más 200 años del México independiente, es decir, en 300 años de colonia, puro hombre, y en 200 años del México independiente, también puro hombre, son 500 años. Y por primera vez en 500 años va a haber en México, vamos a tener en México una presidenta. Vamos a vivir, estamos viviendo para contarlo. Es que se escucha y entra por un oído y sale por el otro, se ve como una cosa normal; no, es histórico. Entonces, por eso debemos todos felicitarnos.

Y me dio mucho gusto, mucho gusto estar aquí con ustedes. Nos vamos a seguir queriendo, aunque no podamos vernos.

También, me retiro, me jubilo porque ya llevo muchos años en esta lucha, casi 50 años, y ya no ando tan bien de la carrocería; eso sí, me pusieron motor nuevo hace como dos meses y medio, que se triunfó, pero ya, ya cerré mi ciclo. Y, además, soy maderista, soy partidario del sufragio efectivo, no reelección. Y, además, no quiero ser, no quiero ser guía moral, hombre fuerte, caudillo, mucho menos cacique.

Y otra cosa que aplica a todos: la felicidad no es acumular bienes materiales ni tener poder. No. La felicidad es estar bien con uno mismo, estar bien con nuestra conciencia y estar bien con el prójimo; esa es la felicidad verdadera.

No hay que tenerle, no hay que tenerle mucho apego ni al poder, ni al dinero.

¿Qué es lo más importante de todo?

El amor.

¡Que viva el amor y que vivan los pueblos de Los Altos de Jalisco!

¡Que viva Jalisco!

¡Viva México!

¡Viva México!

¡Viva México!

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