El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, declaró este miércoles que posee “evidencias” de que Corea del Norte ha enviado tropas a Rusia para participar en el conflicto en Ucrania.

La semana pasada, el Servicio Nacional de Inteligencia de Corea del Sur (NIS) informó que 1.500 soldados norcoreanos ya estaban en territorio ruso, aunque otras fuentes surcoreanas indicaron que la cifra podría ascender a 12.000.

Un día antes, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, mencionó informes de inteligencia que señalaban la posible llegada de hasta 10.000 soldados norcoreanos a la guerra.

Austin no ofreció detalles adicionales y señaló que los analistas están examinando la situación.

El secretario de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, advirtió sobre un “problema muy grave” si los soldados norcoreanos efectivamente se unen a las filas rusas en la guerra contra Ucrania, señalando que las consecuencias impactarían no solo a Europa, sino también a la región del Indo-Pacífico.

Austin describió esta acción como una “escalada” en la creciente cooperación entre Moscú y Pyongyang, que ya ha incluido el suministro de armas por parte del régimen de Kim Jong-un a Rusia. El secretario también sugirió que Corea del Norte podría enfrentar represalias si continúa apoyando a Rusia.

La semana pasada, fuentes de inteligencia ucraniana revelaron que el ejército ruso está formando una unidad con soldados norcoreanos. Corea del Sur, preocupada por esta situación, calificó el envío de tropas norcoreanas como un “riesgo significativo para la seguridad”. El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, instó a la comunidad internacional a responder con todas las herramientas disponibles.

Paralelamente, se acumulan pruebas de que Corea del Norte está suministrando municiones a Rusia. En la región ucraniana de Poltava, se recuperó un misil que se sospecha fue enviado por Pyongyang, reforzando los informes sobre la cooperación militar entre ambos países. En los últimos meses, Moscú y Pyongyang han intensificado su colaboración, con Kim Jong-un llamando a Vladimir Putin su “camarada más cercano” en una felicitación reciente por su cumpleaños.

Además, el presidente ruso presentó un proyecto de ley para ratificar un pacto militar con Corea del Norte, comprometiéndose a apoyarse mutuamente en caso de agresión. Este acuerdo solidifica una alianza estratégica entre los dos países, lo que ha alarmado aún más a las potencias occidentales.

Fuentes militares informaron que tropas norcoreanas ya han llegado a Rusia y están estacionadas en bases cercanas a Ussuriysk. La inteligencia surcoreana incluso publicó imágenes de bases en Ussuriysk y Khabarovsk, donde se habrían reunido cientos de soldados norcoreanos. También se detectó un barco ruso en el puerto de Chongjin, Corea del Norte, que transportaba soldados hacia Rusia.

El servicio de inteligencia de Corea del Sur señaló que las tropas norcoreanas están siendo entrenadas en bases rusas en Vladivostok, Khabarovsk y otras ubicaciones del este de Rusia. Además, desde agosto, Corea del Norte ha enviado 13.000 contenedores de municiones a Rusia, incluyendo proyectiles, misiles y cohetes antiblindaje.

No obstante, expertos militares creen que integrar tropas norcoreanas en las líneas rusas no será fácil. Aunque Corea del Norte cuenta con 1.3 millones de soldados activos, su ejército carece de experiencia reciente en combate, y la barrera del idioma, junto con la falta de familiaridad con los sistemas rusos, complicaría su participación directa en la guerra. Es más probable que se utilicen para funciones defensivas, como proteger fronteras, liberando así a las tropas rusas para otras operaciones.

A pesar de los desafíos, la alianza entre Rusia y Corea del Norte tiene claros incentivos. Pyongyang busca recursos financieros y acceso a tecnología militar rusa, mientras que Moscú necesita soldados y municiones para compensar las pérdidas sufridas en el conflicto. Según Andrei Lankov, un experto en relaciones Corea-Rusia, Kim Jong-un podría estar buscando tecnología avanzada a cambio de su apoyo militar.

Este escenario preocupa al presidente ucraniano Volodymyr Zelensky, quien teme que la participación norcoreana agrave la situación en el frente. Aunque no hay tropas occidentales en Ucrania por temor a una escalada con Rusia, la presencia de soldados extranjeros, como los norcoreanos, podría señalar una nueva fase en la guerra, una que Putin parece estar dispuesto a aceptar.