Tras reaparecer luego de haber sido rehabilitado de adicciones, el actor Rafael Amaya reveló que tocó fondo, poniéndose psicótico, influenciado por su personaje de “Aurelio Casillas”, creyéndose “El Señor de los Cielos” ante la realidad, de acuerdo con quienes lo recibieron en una clínica en donde afortunadamente en unos meses logró una evolución notable.

En entrevista en exclusiva para People en Español, narró con sinceridad, física y espiritualmente repuesto, que perdió la paz interior y el amor que le tenía a su familia y trabajo, sumergiéndose poco a poco “en el fango oscuro del alcohol y las drogas, viviendo todos los excesos posibles habidos y por haber”.

Finalmente, luego de que sus millones de fanáticos y seguidores cuestionaran su paradero durante varios meses en redes sociales, el actor de 43 años de edad informó que estuvo ingresado en la clínica de rehabilitación Baja del Sol, del ex boxeador Julio César Chávez, a donde llegó sin pedir ayuda, gracias a sus seres queridos, quienes le tendieron la mano para que saliera de la crisis mental y de salud en que se sumió escondido en Europa, Centro y Sudamérica, finalizando en Acapulco, Guerrero, por las drogas y el alcohol.

Manifestó que es un ser humano, no un robot, que se dejó llevar por el alcohol, las banalidades y que estaba cegado por el manto oscuro de la drogadicción, en el que se perdió a través de un personaje.

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