Una toxina extraída del veneno de las serpientes cascabel de
América del Sur podría usarse para tratar dolor crónico, de acuerdo con una
investigación publicada en la revista científica Toxins.

A pesar de que la crotoxina (toxina extraída del veneno)
cuenta con propiedades analgésicas, antiinflamatorias y antitumorales para
tratar el dolor crónico, su uso medicinal se veía limitado por su alta
toxicidad.

Son embargo, investigadores de Brasil descubrieron que si
esta toxina se encapsula en sílice nanoestructurada SBA-15 podría utilizarse
para efectos terapéuticos.

La crotoxina, explicaron, es un analgésico potente porque
actúa en diferentes vías del dolor. Para probar sus efectos, los científicos
realizaron pruebas en animales modelo, a quienes suministraron antagonistas de
los receptores involucrados en el dolor poco antes del complejo de
crotoxina/sílice.

“Descubrimos que los receptores muscarínicos y adrenérgicos,
que actúan sobre el sistema nervioso, y los receptores de formilo, que son
objetivos de los compuestos antiinflamatorios naturales, estaban involucrados
en la acción del complejo crotoxina/sílice”, comentaron.

Los investigadores señalaron que se necesitan más estudios
antes de que esta combinación pueda utilizarse en medicamentos, en tanto,
informaron que trabajan en analizar los beneficios de la crotoxina en el
tratamiento de la esclerosis múltiple.