La Comisión Nacional de
Derechos Humanos (CNDH) expresó su repudio a la filtración de fotos del cuerpo
de Ingrid Escamilla, asesinada en la Ciudad de México por su pareja
sentimental.

Al condenar enérgicamente
los feminicidios en México y externar su grave preocupación ante el aumento de
casos, señaló el incumplimiento de las autoridades en promover, respetar,
proteger y garantizar el derecho al acceso a una vida libre de violencia de las
mujeres.

La CNDH dijo que la
filtración en medios de comunicación de fotos y videos en casos de homicidio
“agrava la crueldad e indignidad de los hechos llevados a cabo”.

Esta Comisión hace un
enérgico llamado a todas las autoridades en los tres niveles de gobierno y
específicamente al Sistema Nacional de Prevención, Atención, Sanción y
Erradicación de la Violencia contra las Mujeres, para redoblar esfuerzos y
garantizar resultados frente a este gravísimo delito contra las mujeres en
México”, expuso.

El pasado 9 de febrero,
Ingrid Escamilla fue asesinada por su pareja sentimental, al interior de un
departamento de la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México.

El feminicidio conmocionó a
todo México tras revelarse que su agresor la apuñaló en el cuello, y una vez
muerta, la desolló y le quitó los órganos, mismos que tiró en su excusado y en
una coladera pública.

Tanto la jefa de Gobierno
como la Fiscalía General de Justicia capitalinas condenaron el homicidio y
prometieron justicia.

“En este, como en todos los
casos de violencia contra las mujeres, investigaremos hasta el fondo y seremos
implacables”, sentenció la vocera de la Subprocuraduría de Atención a Víctimas
y Servicios a la Comunidad de la FGJ-CDMX.

Sobre la publicación de
fotos del cadáver de la joven de 25 años, la Comisión Nacional para Prevenir y
Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) pidió que se sancione a los
medios de comunicación que las reprodujeron.

A los medios de comunicación
impresos y electrónicos que difundieron las fotos del feminicidio de Ingrid, la
Comisión les recordó que una de las tareas de comunicar a la sociedad es
respetar la dignidad de las personas y cuidar que sus contenidos garanticen los
derechos humanos y la confidencialidad de cualquier víctima de delito.