El mito de que el estrés produce el envejecimiento acelerado
del pelo que se manifiesta en forma de canas es cierta; se conoce ampliamente
como síndrome de María Antonieta.
Un equipo de científicos estadounidenses reveló el mecanismo
mediante el cual las tensiones de la vida producen este cambio físico. Sus hallazgos
fueron registrados en la revista británica Nature.
Al ser expuestos a tres diferentes factores estresantes, un
grupo de ratones experimentó el agotamiento de una población de células madre
en sus folículos pilosos, lo que eventualmente los condujo al desarrollo de
parches de pelo blanco.
“Nuestro estudio demuestra que la actividad neuronal
inducida por el estrés agudo puede conducir a una pérdida rápida y permanente
de células madre somáticas, e ilustra un ejemplo en el que el mantenimiento de
las células madre somáticas está directamente influenciado por el estado
fisiológico general del organismo”, consignaron los autores.
Explicaron que el color del pelo está determinado por
células llamadas melanocitos que se derivan de las células madre de melanocitos
(MeSC) ubicadas en el folículo piloso, y que conforme las personas envejecen el
conjunto de MeSC se agota gradualmente, por lo que el pelo pigmentado cambia de
color a “sal y pimienta”, después a gris y finalmente a blanco.