El nuevo estadio olímpico de Tokio fue inaugurado este
domingo, siete meses antes de que comiencen los juegos, y quedó listo para que
sea estrenado este primero de enero con la final de la Copa del Emperador de fútbol.

Con una capacidad para 68 mil personas y detalles que
destacan el gusto nipón por la naturaleza, el estadio quedó inaugurado por el
primer ministro japonés, Shinzo Abe, tres años después de comenzara su
construcción

La obra costó 156 mil 900 millones de yenes (Mil 290
millones de euros), ligeramente por debajo del presupuesto aprobado y después
de que se desechara el original por su coste excesivo.

El recinto deportivo “dejará una marca en la
historia”, afirmó Abe en la inauguración, a la que asistió, entre otros,
el arquitecto responsable de la obra, Kengo Kuma.

El estadio está levantado sobre el espacio que ocupaba antes
el estadio que fue utilizado para los Juegos Olímpicos de 1964. Será sede del
atletismo y de las ceremonias de inauguración y cierre de los Juegos Olímpicos,
que comenzarán el próximo 24 de julio.

En un recorrido ofrecido a los periodistas por los
responsables de la construcción se destacó el énfasis medioambiental y la
apuesta por la naturaleza que se ha querido dar al recinto.

Los asientos de las gradas, por ejemplo, están pintados con
cinco colores, con una distribución aleatoria, destacando el marrón en las
primeras filas, el verde en las del medio y el blanco en las finales, para
emular la imagen de un bosque.